Es lunes y contemplo las estrellas.
Se ven bonitas desde el suelo.
Hoy ha sido un dia de los que pasan sin pena ni gloria, pero en este momento me siento bien. Tendida en una tumbona que recientemente adquirí en uno de estos grandes almacenes que pueblan nuestras ciudades, contemplo las estrellas desde el patio de mi casa y las preocupaciones se van quedando de puertas hacia fuera.
Es tarde, teniendo en cuenta que me quedan 5 horas para que suene el despertador, pero la noche es apacible y resulta agradable estar aqui.
Miro hacia las estrellas y poniendo toda mi atención en ellas, les hablo a ver si por casualidad una estrella fugaz se deja caer y puedo formular un deseo. No estoy segura de si podrá ser capaz de realizarlo, pero por si acaso, yo lo pido, total, el no ya lo tengo, ¿no? Y me gustaria pedir un deseo.
Sé que normalmente las cosas, nunca suceden como las planeamos, y que las cosas que deseamos a priori, no siempre son las que mas nos convienen a posteriori, pero quien nada arriesga, nada gana.
Así que, por si las moscas, a mi me gustaría pedir un deseo esta noche. En qué estrella estará...
Mañana os cuento que pasó. Buenas noches.
Voy a concentrarme...
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